Por desgracia sería premonición acertada de hechos posteriores (sin ir más lejos, este mismo Febrero).
En menos palabras yo no creo que se pueda decir más.
Cenábamos en tu terraza con todos los mitos
Y arriba la voz de Vasilis, desde la azotea,
Hablaba tras largos ronquidos con Zeus y Atenea;
Llorábamos por las elipsis de historia en los frisos
Con lágrimas de ira callada frente a la impostura
De quienes hicieron del robo su genio y figura.Y Atenas en llamas,
Y Atenas en llamas
Contra un Occidente narciso e insolente
Rompiéndose a trizas.
Atenas ardiente,
A veces sueña que va a renacer
De sus cenizas.
Y hablando nos dio como un rapto por la antigua Europa
Que ya no va a lomos del toro sino de la tropa,
Que marcha pisando las ruinas de la inteligencia
De mármol, que está a la intemperie de la decadencia;
Y en sueños al cielo nos fuimos como Prometeo,
En busca del fuego sagrado, del caos y el cabreo
Y así una pequeña columna de locos y artistas
Se alzaron con fuego en tu barrio de los anarquistas.